La agricultura es una actividad fundamental para el ser humano y la sostenibilidad de la vida en el planeta. Sin embargo, la explotación intensiva de los suelos y la utilización de técnicas y productos químicos pueden tener efectos negativos a largo plazo en la fertilidad y productividad del suelo.
En un mundo en constante evolución, es necesario adaptarse a los cambios y buscar soluciones innovadoras para los problemas ambientales y de producción agrícola. El deterioro ambiental es una realidad que afecta a nivel mundial, y la agricultura no es ajena a esta situación. La mayoría de los insumos utilizados en la agricultura, como fertilizantes, productos fitosanitarios, reguladores de crecimiento, entre otros, son compuestos de naturaleza química y sintética que no siempre son altamente eficientes en su función.
Debido a estas observaciones la innovación en la agricultura es un hecho, y el mercado mundial está virando por aquellas alternativas que permitan a la agricultura, entrar en una fase mas sostenible.
Es importante considerar que la sostenibilidad se obtiene hasta que los insumos proporcionados generan una productividad estable, con un mínimo de efectos secundarios para el medio ambiente. Por lo que, se debe considerar que aquello propuesto, debe ser sostenible, reparador y al mismo tiempo debe de biointensificar los cultivos, para generar una estabilidad económica para el usuario y asegurar la cadena alimentaria.
La solución debe de ser orientada a los principios de la agroecología y la diversificación de los suelos de los cultivos, con el fin de aumentar las interacciones entre todos los intérpretes del suelo, ya que el contenido de suelo, dicta el crecimiento y los rendimientos de los cultivos , por lo que es acuciante que la salud del suelo y el entorno natural sea preservado y potenciado. Para ello, existe una solución natural y eficaz para mejorar la producción agrícola y proteger el medio ambiente: los bioestimulantes.
¿Qué son los bioestimulantes?
Aunque se tienen múltiples definiciones, como: "materiales que, en cantidades mínimas, favorecen el crecimiento de las plantas”. “sustancia beneficiosa para las plantas, sin ser nutrientes, pesticidas o mejoradores del suelo” y la definición más aceptada es: “Un bioestimulante es cualquier sustancia o microorganismo aplicado a las plantas con el objetivo de mejorar la eficiencia nutricional, la tolerancia al estrés biótico y/o los rasgos de calidad del cultivo, independientemente de su contenido en nutrientes”
Los bioestimulantes son sustancias o microorganismos que, cuando se aplican en las plantas o el suelo, mejoran la salud y el crecimiento de las mismas.
Estos productos no solo son seguros para el medio ambiente y los seres humanos, sino que también son altamente eficaces en la promoción de la producción agrícola.
A diferencia de los fertilizantes y pesticidas químicos, los bioestimulantes no modifican genéticamente a las plantas ni dañan el suelo. En su lugar, fomentan la capacidad natural de la planta para crecer y prosperar. Además, actúan de forma sinérgica con otros insumos agrícolas, mejorando su eficacia y reduciendo la necesidad de utilizar productos químicos.
¿Cómo funcionan los bioestimulantes?
Los bioestimulantes funcionan mediante la estimulación de las funciones biológicas naturales de las plantas y el suelo. Algunos de los mecanismos de acción incluyen:
- Mejora de la absorción de nutrientes: Los bioestimulantes pueden mejorar la capacidad de las raíces para absorber nutrientes del suelo. Esto se logra mediante la estimulación de la actividad de las raíces y la producción de enzimas que facilitan la absorción de nutrientes.
- Aumento de la resistencia a enfermedades y plagas: Los bioestimulantes pueden mejorar la capacidad de las plantas para resistir enfermedades y plagas, mediante la estimulación del sistema de defensa natural de la planta.
- Pueden ayudar a mejorar la calidad del suelo de diversas formas. Por ejemplo, pueden aumentar la actividad microbiana en el suelo, lo que ayuda a liberar nutrientes esenciales para las plantas.
- También pueden mejorar la estructura del suelo, lo que facilita el drenaje y la retención de agua.
- Ayudan a prevenir la compactación del suelo y mejorar la porosidad del suelo, lo que permite un mejor acceso de las raíces de las plantas a los nutrientes y el agua. Esto, a su vez, puede mejorar la salud y el crecimiento de las plantas, así como su calidad y rendimiento.
- Ayudan a proteger el suelo de la erosión y la degradación. Al mejorar la calidad del suelo, los bioestimulantes pueden ayudar a mantener la fertilidad del suelo y prevenir la erosión, lo que es esencial para una agricultura sostenible a largo plazo.
- Mejoran la resistencia de las plantas a enfermedades y plagas, lo que puede ayudar a reducir la necesidad de pesticidas y herbicidas.
El enfoque pretende que existen varias categorías de bioestimulantes, cada uno cuenta con un beneficio o especificación , más las categorías son:
1) Ácidos húmicos y fúlvicos.
2) Bacterias fitobenéficos.
3) Hongos fitobenéficos (micorrizas).
4) Compuestos inorgánicos.
5) Hidrolizados de proteína y compuestos nitrogenados.
6) Extractos de origen vegetal o de algas.
7) Quitosano y otros biopolímeros.
Por lo que todos son orgánicos y se encuentran en las cadenas de suministros. Cabe mencionar que esta clasificación no es limitativa y algunos productos pueden contener una combinación de estos tipos de bioestimulantes.
Los bioactivadores son una gama de bioestimulantes que por lo general se encuentran dentro de la categoría de microorganismos benéficos. Estos son especialmente útiles para mejorar la absorción de nutrientes, resiliencia a fitopatogenias, y mejorar el suelo.
¿Cual es su mecanismo de acción?
El mecanismo de acción de los bioestimulantes es bastante complejo, dado que es un multicomponente con nuevos rangos de sustancias y modos de acción, esto se debe principalmente a la naturaleza heterogénea de las materias primas utilizadas para la producción y a las complejas mezclas de componentes que contienen los productos bioestimulantes, lo que hace casi imposible identificar con exactitud el o los componentes responsables de la actividad biológica y determinar el o los modos de acción implicados, pero para profundizar la comprensión de los métodos de acción, de manera rápida y sistematizada son:
- Penetración en los tejidos, translocación y transformación en las plantas,
- Expresión genética, señalización de la planta y regulación del estado hormonal,
- Procesos metabólicos y efectos integrados en toda la planta
Esto nos habla de una ciencia especifica de la agricultura, que día con día va con más impulso y que tienen como fin, reestablecer una agricultura regenerativa y sostenible. Este enfoque no desconoce los cambios climáticos, sino que apoyan a una productividad rescilente, demostrando la capacidad de manejar las condiciones actuales mejorando el rendimiento de los cultivos, así como el crecimiento y el desarrollo de las plantas, manejo del estrés biótico y abiótico, minimización de la translocación de metales pesados, entre otros.
La aplicación de estas sustancias no sólo es una práctica prometedora y respetuosa con el medio ambiente, sino que también puede conducir a una mayor eficiencia en el uso de los recursos naturales a través de los regímenes de riego con déficit de agua y la reducción en el uso de productos agroquímicos. Sin embargo, aunque los bioestimulantes son ricos en nutrientes, estos no pueden reemplazar a los fertilizantes, si pueden ayudar a incrementar su aprovechamiento.
Teniendo en cuenta lo anterior, la producción agrícola se encuentra en un proceso evolutivo y se necesitan nuevos productos y tecnolgías para continuar mejorando su desempeño. Las acciones deberían realizarse bajo un nuevo enfoque centrado en los efectos sinérgicos de varios agentes bioestimulantes en lugar de la aplicación de un solo producto; por lo que nos encontramos en un proceso de acercar esta clase de soluciones al campo, reconociendo su potencial y así continuar con campos agrícolas mas orientados a la sostenibilidad.
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